Un lugar después de otro marca el regreso de Perla Krauze a Madrid tras su primera exposición en 2004, en el Instituto Cultural de México en España. Se trata de una exploración de las complejas relaciones entre paisaje, memoria y materialidad; a través de unas 90 obras dispuestas en una serie de intervenciones hechas para el espacio de E CIENTO VEINTE.
Un lugar después de otro se sitúa en el cruce de varias de las líneas del trabajo que la artista ha venido explorando desde inicios de su carrera. La obra de Krauze sucede en un espacio liminal en el que el paisaje, el recorrido y la memoria se fusionan para crear una nueva dimensión de significado. Estos “no lugares” representados por la artista, revelan la transitoriedad inherente a la vida y la presencia de las historias que suceden en espacios que a menudo pasan desapercibidos.
El conjunto de obras en la exposición abordan la noción del paisaje no solo como un espacio físico, sino como un compendio de territorios dicotómicos de memoria y olvido, de fugacidad y permanencia. Krauze se adentra en la poética de los materiales, otorgando un nuevo protagonismo a objetos vestigios de procesos cotidianos — aparentemente nimios.
Una serie de estructuras evidenciadas a propósito, son la base para la exploración y el juego entre una serie de elementos emplazados, que adquieren distintos significados y actúan como repositorios y testigos de diversas experiencias y narrativas. La exposición está atravesada por una profunda reflexión sobre la impermanencia; cada objeto se convierte en un nodo de conexión entre el pasado, el presente y las posibilidades futuras.
VISTAS DE LA EXPOSICIÓN